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Historicos de la Albirroja
Juan Bautista Torales


Juan B. Torales: Un símbolo luqueño vistiendo la Albirroja

Las torneos de las ligas luqueñas tienen un fundamento sólido, desde que se iniciaron en el fútbol. Figuras fulgurantes que surgieron con el correr de los años, fueron dándole al pueblo luqueño un prestigio preponderante. Los Aurelio González (+), Atita Villalba (+), Quirno Cuenca Centurión, los Parodi, Silvio (+) y José, Américo Godoy, ‘‘Romerito’’ Julio César, los Chilavert, ‘‘Raco’’ Ortiz, Raúl Vicente Amarilla y otros gigantes que ya son historia para la comunidad azul y oro. Pero se sigue esperando un título que no viene desde hace más de 50 años, y la gente dirá: ¿Cómo es posible que con todas estas lumbreras solamente tengan dos campeonatos?

 

Sportivo Luqueño 1980. Arriba: Nery Peralta, Nisvaldo Ovando, Gregorio Arce, Víctor Rivas, Juan Bautista Torales, y Pedro Sandoval. Agachados: Eligio Dávalos, Carlos Olmedo, Raúl Vicente Amarilla, Francisco Rivera y Pedro Colmán.

El tema es que, todo lo que se producía en la cantera luqueña rápidamente emigraba a los clubes grandes de Asunción y por eso no se podía acceder a conformar un verdadero seleccionado.

Y entre estas grandes figuras aparece un día un hombre que tendría un récord impresionante en su larga trayectoria de jugador de fútbol. Juan Bautista Torales nació para el efecto y fue formándose, empezando en el club Julio Correa. ‘‘De ahí pasé al Luqueño, que fue el trampolín para que pudiera demostrar mis condiciones’’, enfatiza. Y surge una figura dimensionada, un profesional de ley, alejado de los vicios y dedicado enteramente al deporte rey. Con una estampa de gladiador fornido y una capacidad para marcar, cabecear y anular al delantero que le tocaba marcar.


MÁS DE 10 AÑOS CON LA SELECCIÓN NACIONAL

El día 10 de julio de 1979, Torales iniciaba una etapa trascendente en su vida deportiva, vistiendo la albirroja de la selección paraguaya de fútbol, empezando en ese encuentro una etapa admirable en su trajín deportivo. A partir de ahí ‘‘fue una serie ininterrumpida de partidos, que ni yo podía creer, porque me sentía como uno más en el equipo y detrás de mí tenía a otros muy buenos’’, manifiesta.

Pero como tenía cuerda para rato, fue sumando encuentros, ya sea amistosos, sudamericanos, eliminatorias, para llegar a jugar un mundial, ‘‘el de México 1986, para mí y otros compañeros fue algo inolvidable. Estar en un mundial representa lo más grande que pueda aspirar un futbolista y para mí se cumplió’’, enfatiza.

Y continuó jugando, haciéndolo con la misma categoría de siempre, hasta llegar a totalizar 77 partidos, que un día un compañero de equipo, el gran Roberto Fernández (arquero) logra romper esa cifra con un partido más, que él, quedando ahí cerca ambos. De la misma camada, en donde ambos lucieron con categoría y compartieron triunfos y derrotas, pero más victorias, por lo que nos dieron ambos y muchos otros, con esta pasión de goles y jugadas bonitas o grandes atajadas, que nos da el fútbol.


EL ADIOS EN SU QUERIDO LUQUEÑO

 

Juan Bautista Torales jugó también por Libertad durante diez temporadas.

Y no todo fue la albirroja. De Luqueño pasó al club Libertad donde también pudo jugar diez largos años, demostrando su real capacidad, llegando también a ser un símbolo albinegro. Y ya en sus últimos partidos de su carrera ‘‘un año jugué por Guaraní y al siguiente volvía a Luque, donde pude jugar tres años más’’, aclara. Y fue hace poco, en el año 1995, cuando el adiós de Juan Bautista Torales se hizo realidad, a los 39 años de edad, donde quedó demostrado que cuando uno se cuida y lleva una vida ordenada puede lucir como lució este símbolo luqueño, vestido de albirrojo y albinegro en su largo y rico transitar por el fútbol. Uno de los recordman del fútbol paraguayo, hoy anda vestido de azul y oro, queriendo colaborar por el resurgimiento del Sportivo Luqueño. Está empezando -como DT- y tiene condiciones, por todo lo que le tocó vivir jugando al fútbol.


ALGO MÁS PARA CONTAR

Juan Bautista Torales nació el 9 de marzo de 1956 en la ciudad de Luque. Casado con Enriqueta Quiñónez (química farmacéutica). Sus hijos son: Juan Bautista (Jr.) (practicando en el Sportivo Luqueño, en el mismo puesto del padre); Ilda Mercedes, Juan Enrique y Juan Albino.


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Inicio: Club Julio Correa de la Liga Luqueña. Otros: Sportivo Luqueño (hasta el año 1981), Libertad desde el 16 de noviembre del ’81 hasta el 26 de noviembre de 1991, Guaraní (1992) y de nuevo al Luqueño (1993 al ’95).


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Selección paraguaya: Uno de los primeros en tener un récord interesante de 77 partidos jugados, sobrepasado por el ‘‘Gato’’ Roberto Fernández (arquero) y el ‘‘Toro’’ Acuña, quien se consolida para superar estas marcas. Debutó con la albirroja (mayores), el 10-VII-79 ante el seleccionado boliviano en La Paz, por la Copa Paz del Chaco, alistando a estos jugadores: Báez, Arce, Ovelar, Benítez Isasi, Torales, López, Florentín, Colmán, Fleitas, Acosta, E. Morel

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El último lo jugó el 24-IX-90 ante Ecuador, eliminatoria para el Mundial de USA ’90 (según libro de Bestard). Fue campeón en la Copa América de 1979. Eliminatoria para México ’86, clasificándose Paraguay y concurriendo en esa lid. Participó en los Sudamericanos de 1983, ’87 y ’89, actual Copa América. En su última presentación a nivel de selección, Paraguay alistó a: Fernández, Cáceres, Delgado, Zabala, Torales, Cañete, Núñez, Neffa, J. Ferreira, Cabañas, Mendoza, perdiendo la albirroja por 3-1 en Guayaquil.


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Característica: Un gran marcador de punta. Impasable, por arriba y abajo. Infaltable en las selecciones paraguayas y en los clubes que le tocó jugar. Estatura: 1,73 m. Peso:79 kilos

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Actualidad: Trabaja como D.T. en el Sportivo Luqueño (reserva). Recibido como técnico en el año 2002, en la ENEF.


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Juan Bautista fue un jugador infaltable en cada jornada dominguera y a veces ya entresemana, jugando al fútbol. Un símbolo a la perseverancia y con una capacidad para marcar y desprenderse de su hombre con la pelota en los pies. ‘‘Es que yo me cuidaba mucho y tenía el apoyo de mi señora. Si no hubiera jugado al fútbol, me hubiera dedicado al vóley (lo hacía muy bien) o hubiera sido joyero como papá’’, explica.


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¿Una satisfacción?: ‘‘Haber estado en un Mundial (México 1986)’’.


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¿Un título?: ‘‘La Copa América 1979 con la selección nacional’’.


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¿Cuántos partidos con la selección?: ‘‘Setenta y siete, y teniendo la satisfacción de haber sido el primero en este récord’’, puntualiza.


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¿Un consejo para los jóvenes?: ‘‘Antes que nada, cuidarse. Ser humilde, porque la soberbia los puede descomponer. Desterrar los vicios que a nada bueno conducen’’, afirma.


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Cuántos laterales izquierdo habrán esperado que Torales le diera una oportunidad en el puesto, ‘‘pero ni se resfriaba’’, opinan ex compañeros y tuvieron que esperar mucho, y eso que también hubo veces que jugó marcando la otra punta, sin ningún problema.


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Y una vez más, otro luqueño irrumpe como una gran figura, de los muchos futbolistas que surgieron en esa comunidad, de las hermosas artesanías y envidiables músicos que también rompieron el molde, como Juan Bautista Torales.

 

 
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